Nikita Casap, un adolescente de 17 años, fue acusado de asesinar a sus padres con el presunto propósito de obtener los recursos económicos y la independencia necesaria para llevar a cabo un atentado contra el presidente estadounidense, Donald Trump. Según documentos judiciales citados por medios locales, Casap mantenía comunicación con terceros sobre sus planes y había invertido dinero en la compra de un dron y explosivos con la intención de utilizarlos como armas de destrucción masiva.
El joven fue detenido el mes pasado en el condado de Waukesha, Wisconsin, y enfrenta múltiples cargos, incluyendo dos por asesinato en primer grado, otros dos por ocultamiento de cadáver, así como robo por un monto superior a los 10.000 dólares y el uso fraudulento de documentos de identidad. Las autoridades señalaron que Casap estaba planeando no solo un magnicidio, sino también el derrocamiento del Gobierno de EE.UU.
El FBI encontró documentos escritos por el acusado en los que promovía el asesinato de Trump y abogaba por una revolución para “salvar a la raza blanca”. Se espera que Casap comparezca ante la justicia el próximo 7 de mayo, mientras las investigaciones continúan para esclarecer la magnitud de sus planes y la posible participación de otros implicados.