
La pandemia detuvo la temporada de la NBA en marzo, pero un mes después el asesinato de George Floyd -a manos de la policia de Mineápolis- desató una ola de protestas que sacudió a EEUU y amenazó seriamente la continuidad del torneo.
El movimiento social contra el racismo «Black Lives Matter» resurgió con fuerza y muchos jugadores de la NBA estuvieron al frente de los reclamos. La liga acordó servir de vitrina para las múltiples exigencias que la comunidad afroamericana requiere actualmente en EEUU.
Los juegos se reactivaron y todo marchaba a la perfección, hasta que este domingo un nuevo escándalo policial revivió la frustración de los meses anteriores. Un abominable ataque contra un hombre identificado como Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin, ha puesto en jaque la temporada.
Los Milwaukee Bucks, que tenían previsto disputar este miércoles su quinto juego ante el Orlando ic, fueron los primeros en negarse a jugar. Y a la hora que debía comenzar el partido ninguna de las dos franquicias estaba en el tabloncillo.
El entrenador de los Bucks, Mike Budenholzer, explicó que no es lógico exigir un cambio en Kenosha, Milwaukee y Wisconsin, y luego salir a jugar como si nada hubiese ocurrido. Insistió en que su equipo está bastante tocado por lo ocurrido con Blake.
Horas después, varios periodistas locales informaron que los Rockets y el Thunder tampoco iban a jugar. En respuesta a ello la NBA decidió posponer todos los compromisos del día, incluido el Blazzers-Lakers que cerraría la jornada.
¿Quien es Jacob Blake?
Jacob Blake es un hombre afroamericano, de 29 años, que recibió siete disparos a quemarropa por parte de la policía de Kenosha, Wisconsin, el pasado domingo.
Según ESPN y CNN, el hombre se encuentra paralizado y probablemente no volverá a caminar.
Patrick Salvi Jr., un abogado de la familia, aseguró que Blake estaba en el lugar tratando de detener una pelea entre dos mujeres, cuando llegó la policia a atender el llamado de disturbio.
En el video que se viralizó en redes sociales se ve únicamente cuando Blake regresa a su camioneta, donde estaban sus tres hijos, y es baleado por un policía blanco antes de que pudiese subir al vehículo.
