
Un proyecto para abrir un templo dedicado a Lucifer cerca de Porto Alegre, Brasil, ha generado controversia y críticas.
El santuario, de la Nueva Orden de Lucifer en la Tierra, cuenta con una estatua de un demonio alado de 5 metros de altura. Lukas de Bará da Rua, líder del grupo, afirmó que el templo será utilizado para retiros espirituales y estudios sobre demonios.
La inauguración fue prohibida temporalmente por un tribunal debido a la falta de permisos y la inseguridad generada. El grupo apeló la decisión, denunciando amenazas e intolerancia religiosa.
