“No todo es como parece en las redes”
En el tribunal de Utah, el fiscal Eric Clarke describió la situación de los hijos de Ru Franke como viviendo en condiciones similares a un campo de concentración, subrayando la amenaza significativa que representaba para la comunidad. Según Clarke, los niños sufrían privaciones regulares de alimentos, agua, camas y entretenimiento.
Durante su comparecencia, Franke se disculpó con sus hijos, reconociendo que estaba desorientada y que creía que el mal era el bien y viceversa. Afirmó haber sido influenciada para creer que el mundo era un lugar malvado, donde las instituciones y las figuras de autoridad eran corruptas y dañinas.
La detención de Franke se produjo tras la fuga de uno de sus hijos, de doce años, que buscó ayuda después de escapar de su casa y relatar condiciones de maltrato. En el juicio, Franke admitió haber infligido abusos físicos y emocionales a sus hijos, y expresó su disposición a asumir la responsabilidad y a desaprender su comportamiento tóxico.