
«Nosotros no le disparamos porque esta persona (John Raymond Durán Villar) inmediatamente empezó a decir que lo perdonen, además él no estaba armado y se había apeado del vehículo», es el testimonio en el que coinciden dos de los cinco militares que la Fiscalía del Distrito Nacional presenta como testigos en la solicitud de medida de coerción en contra del acusado de penetrar a «muy alta velocidad hacia adentro del Palacio Nacional».
Las declaraciones de los miembros del Ejército concuerdan en que Duran Villar, al desmotarse «por sus propios medios» de la camioneta Chevrolet, gris que conducía, «manifestó que el presidente le ha hecho mucho daño a su familia, que lo perdonen, que él no sabía lo que hacía».
Uno de los cinco dijo, incluso, que olía a alcohol.
