La construcción de dos rellenos sanitarios que iniciaron las pasadas autoridades durante el proceso de extinción del más reciente incendio del vertedero de Duquesa quedó abandonada desde que se intensificó la campaña presidencial.
Los equipos y el personal que el Ministerio de Obras Públicas tenía en el lugar, tanto para terminar de sellar el botadero y evitar la humareda como para la construcción de las celdas del relleno fueron retirados si explicación.
Solo queda un enorme hueco que cuando llueve se llena de agua lluvia y lixiviados donde pernoctan vacas, cerdos y aves para refrescarse y tomar líquido. El agua oscura y mal oliente se mantiene estancada y solo la evaporación causada por el sol las disminuye. A pocos metros del lugar viven familias, cuyas viviendas son invadidas por plagas y fétidos olores.
José Enrique Ventura, administrador general del vertedero, dijo que con el cambio de gobierno los trabajos en el relleno están paralizados hasta tanto las autoridades decidan si continúan, pero aclaró que en cuando a la operatividad del basurero, las cosa han marchado a buen ritmo.