La detención de los hermanos y periodistas Francisco y José Manuel Alcántara Sánchez, vinculados a los medios “Su Mundo” y “Nuevo Diario”, ha provocado un intenso debate en las redes sociales y ha capturado la atención de la prensa tradicional.

 Quienes conocen bien a Francisco y José Alcántara los describen como patriotas apasionados, siempre involucrados en denuncias y propuestas en busca de un país más justo. Su anhelo de una justicia mejor y un país más correcto  parece ser la razón por la que ahora se encuentran en el foco público. 

 En las plataformas digitales y otros medios se sugiere que la captura de estos comunicadores es una represalia por haber expuesto el hurto de dos aires acondicionados en la Dirección General de Migración. Anny Elizabeth Guzmán, abogada penalista y querellante en el caso, sostiene que la detención se debe a una infracción de propiedad privada. Sin embargo, la opinión pública percibe claramente que se ha buscado un pretexto legal para sancionar a dos periodistas que simplemente revelaron una anomalía  en una entidad estatal, un acto que debería ser aplaudido y no usado como mal precedente para futuros comunicadores que deseen reportar irregularidades. 

 Nos preguntamos, si otros destacados programas de investigación hubieran realizado las mismas acusaciones, ¿estarían sus integrantes detenidos? Los hermanos Alcántara fueron aprehendidos después de divulgar la sustracción y traslado indebido de los aires acondicionados , los cuales acabaron en la vivienda de los padres de un empleado sancionado de la Dirección, tras confirmarse la anomalía en el procedimiento. 

 Tras la denuncia, los padres del funcionario presentaron una querella por daños morales contra los periodistas, solicitando una indemnización de 20 millones de pesos. A pesar de varios intentos de conciliación en la fiscalía comunitaria del Ensanche La Paz, las negociaciones fracasaron, resultando en una orden de arresto. 

Parece ser que, con valentía, los comunicadores se negaron a retractarse. La Dirección General de Migración admitió la irregularidad y sancionó al funcionario, pero muchos coinciden en que el arresto de los Alcántara es su castigo  por haber divulgado la verdad. 

Mientras tanto, una creciente parte de la población comienza a solidarizarse con el movimiento #YoSoyFranciscoYJosé, apoyando a cualquier dominicano que denuncie malas prácticas sin tener poderosos protectores detrás.

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