Nuestras profundas condolencias y solidaridad a su familia, a la comunidad universitaria, a cooperativistas que construyeron sueños con sus orientaciones y edificaron el bienestar con integridad ética fruto de su trabajo; a gestores de emprendimiento colectivo en República Dominicana que rompieron barreras para desde el umbral de sus oportunidades asumir compromisos solidarios para el desarrollo local; y a la amplia legión de emprendedores que se nutrieron con la savia de la majestad de su conocimiento, puesto siempre en gratuidad al servicio de la sociedad, sembraron en tierra fértil el caudal de la riqueza que deviene de la espiritualidad y se fortalece en la bondad y generosidad.

Qué Dios compense su bondad con su amor, dando tranquilidad de espíritu a su familia, amigos y cooperativistas ante su presencia eterna con el Padre Celestial.

“Dale Señor el descanso eterno. Brille para él la luz perpetua. Descanse en paz. Amén”.

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