
En un escenario de dolor y de impotencia, familiares y allegados de Laura de la Rosa, quien fue ultimada por su expareja el martes en el sector Villa Mercedes, en San Cristóbal, esperan su cadáver a las afueras de la residencia de su madre.
Sus parientes expresaron que esto era una muerte anunciada, debido a las constantes amenazas que recibía por parte de su agresor Manuel Jiménez, alias Nono, quien se suicidó la mañana de este jueves en el barrio Zona Verde.
Jiménez hace días y logró entrar a la residencia de Laura por una ventana, sostuvieron una discusión y le dio tres disparos.
